Ángel Crespo: «La principal regla del buceo es que nunca se debe practicar en solitario».
El subdirector médico de HLA El Ángel y experto en medicina hiperbárica considera «poco probable» que un buzo se ahogue practicando apnea en una piscina pequeña y apunta a causas concominantes.
El doctor Ángel Crespo lleva treinta años viajando a Barcelona y a Cuba –entre otros destinos– como formador uno de los principales formadores en oxigenoterapia hiperbárica. Es uno de los mayores expertos en esta disciplina y a quien recurren los buzos más expertos de diferentes cuerpos especiales cuando necesitan consejo médico o asistencia tras algún tipo de accidente. Es, además, el subdirector médico del hospital HLA el Ángel y responsable de la única cámara hiperbárica multiplaza de Andalucía y antes los recientes sucesos relacionados con la inmersión, recuerda: «La principal regla del buceo es que hay que practicarlo siempre en pareja».
–No es habitual que un médico se especialice en el mundo del buceo… ¿cómo ocurrió?
–Por pura casualidad. Hace treinta años mi hermano creó una empresa especializada en buceo y entró en vigor una norma que les exige tener a su disposición una cámara hiperbárica y me pidió que me hiciera cargo y comencé a formarme. Hice un curso en Alicante, luego un master en Barcelona…
–¿Por qué se emplea la medicina hiperbárica como tratamiento para accidentes de buceo?
–Es el único que hay, no existe otra forma médica de intervenir. Explicado de forma genérica, durante el buceo se producen burbujas en el interior de los tejidos y de la sangre que obstruyen determinados territorios en los que van los vasos sanguineos que producen lesiones. En la cámara se genera un aumento de presión que hace que disminuya el volumen de dichas burbujas. Se trata de una intervención que está muy relacionada con el tiempo: disponemos de una ventana de seis horas para actuar tras un accidente de estas características; todos los centros de buceo poseen vías de evacuación hacia puntos en los que puedan ser tratados mediante este sistema, es cuestión de vida o muerte.
–El caso del bombero fallecido en Alhaurín de la Torre ha conmocionado a la provincia…
–Hay que destacar que se trata de la práctica de apnea, en la que es muy raro que se produzcan accidentes de este tipo –el bombero falleció por ahogamiento en una piscina de pocas dimensiones)–. Es muy improbable que la apnea como tal sea la causa de la muerte, posiblemente ha ocurrido algo concuminante, como una taquiarritmia o similar. El límite de la necesidad de respirar no lo marca la falta de oxígeno sino el aumento del dióxido de carbono, por lo que es muy difícil que en esas condiciones alguien pueda llegar a sufrir un síncope antes de que el cuerpo le pida imperiosamente coger aire. La apnea puede despertar patologías cardíacas si el paciente es propenso.
–Tambien recordamos el caso del joven veleño que perdió la vida buceando en el Estrecho…
–Una auténtica pena. Eso fue un caso de síncope hipóxico de la emersión, vulgarmente llamado ‘sincope de los siete metros’ por la profundidad a la que suele producirse. Se trata de un momento en el que el cerebro se queda sin oxígeno tras haber consumido mucho en la profundidad. Ese episodio no es mortal y no suele acarrear problemas si el buzo está acompañado por otro:puede asistirlo y llevarlo hasta la superficie. Sin embargo, si el buzo está solo, el desenlace puede ser el ahogamiento. La principal regla del buceo es que hay que practicarlo siempre en pareja, y además deben estar cerca el uno del otro.
Fuente: https://www.diariosur.es/