OnSub desvelará diez secretos marinos del litoral de Ons y Onza.

OnSub desvelará diez secretos marinos del litoral de Ons y Onza.

La inmersión inicial permitió grabar por primera vez el estrecho desfiladero submarino que lleva al Buraco do Inferno.

Un mundo submarino oculto hasta para los especialistas saldrá a la luz en los próximos meses de la mano del Club Buceo Ons, con base en Bueu, en colaboración con el Parque Nacional Islas Atlánticas de Galicia. El proyecto OnSub, con el apoyo del programa de ayudas del área de influencia socioeconómica del parque, permitirá a los buceadores realizar diez inmersiones en algunos de los lugares más legendarios del enclave buenense. Serán siete en Ons y otros tres en Onza.

El director del Parque, José Antonio Fernández, explicó que el objetivo es «grabar y dar a conocer los fondos marinos de Ons. Se sabe mucho de la isla por tierra, pero poco de lo que hay en el mar». A lo largo del programa de inmersiones estos profesionales marinos irán dando a conocer al público pecios -término técnico para describir un barco hundido-, lugares donde se encontraron anclas líticas -posibles fondeaderos desde la Prehistoria-, furnas -grietas en la fachada de piedra marina-, conjuntos de gorgonias -corales- y áreas adecuadas para hacer snorking.

El máximo responsable del parque explicó que salvo las zonas de snorking, el resto de las grabaciones tienen como misión explicar lo que hay oculto bajo el agua sin permitir que personas sin autorización se sumerjan en esos lugares. Su finalidad es meramente informativa y educativa, pero no se permitirá el acceso de cualquiera por los riesgos que pueden entrañar esos descensos o por la necesidad de dejar a los animales y plantas marinas en paz.

Rafael Gutiérrez, presidente del Club Buceo Ons, fue uno de los profesionales que participó en la inmersión el pasado domingo en el canal que lleva al Buraco do Inferno, una enorme sima que los buenenses han llenado de leyendas. Las imágenes grabadas son las primeras que se han documentado en este estrecho desfiladero rocoso y batido por el mar. Para la ocasión, contaron con la colaboración de Jorge Candán, documentalista marino de primer orden.

El periplo fue de una hora, en una zona de escasa profundidad, entre nueve y once metros, pero donde la dificultad de buceo es máxima por la violencia de las corrientes. Admite que este reto era «de una especial significación, porque no sabíamos que nos íbamos a encontrar». Lo que hallaron les sorprendió. Paredes desnudas a forma de cuchilla que caen al mar desde la costa. Muchos restos de los golpes del mar, espuma y un maravilloso mundo natural. «Todas las grietas estaban preñadas de sargos, había muchos jardines de percebes y unos bancos de lubinas impresionantes», señala. Un mundo que ahora está expuesto a un golpe de clic en Internet.

Uno de los especialistas bucea en el desfiladero que lleva al Buraco do Inferno, en Ons. Carthago Servicios Técnicos, empresa mantenedora de cámaras hiperbáricas e instalaciones de buceo.

Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/

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